Ya ha comenzado el curso escolar y con él vuelve el trajín de cargar con una pesada mochila que apenas los chavales pueden arrastrar. Los más listos ya optan por un carrito, pero se plantea la duda de ¿qué puede ser mejor para el cuerpo de un niño?
Al parecer, Manuel Arias, que es nada más y nada menos que el responsable de la Unidad de Columna del Servicio de Rehabilitación del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba, comentó que “las mochilas con ruedas restan un mayor peso al problema de espalda, pero resultan inadecuadas a la hora de subir escaleras o bordillos porque el menor se ve obligado a realizar un mayor esfuerzo. Sus muñecas no están preparadas para subir tanto peso y el niño se ve obligado a coger la mochila de lado y hacer un esfuerzo con los brazos”.
El carrito perfecto, por tanto, tendría que tener cuatro ruedas y debería de ser empujado hacia delante, aunque ni la ciudad ni el transporte están adaptados a los dichosos carritos, por lo que el chaval tendría que seguir levantándolo ante los distintos obstáculos.
Mejor quedarnos con la mochila de toda la vida, pero claro, adaptada a los tiempos modernos. Me explico. El peso que el niño debe soportar en su espalda no debe superar el equivalente al 10% ó 15% de su peso, es decir, un niño de primaria que pese 40 kilos no debería cargar más de 4-4,5 kilos. Pero muchos escolares llevan en sus mochilas hasta 7,5 u 8 kilos. El dolor de espalda en los niños puede localizarse a nivel cervical, torácico o lumbar, en ocasiones irradia hacia los hombros y las nalgas y sólo en raras ocasiones se irradia hacia las extremidades.
Una buena mochila puede hacerle al chaval algo más llevadera la dura carga. Asas anchas, regulables y acolchadas y un tamaño acorde con su cuerpo es una buena ayuda. El mayor peso que se introduzca en la mochila debe estar pegado a la espalda, zona de la mochila que deberá estar también acolchada y aprovechar todos los compartimentos o separadores de ésta para repartir en la medida de lo posible el peso de los objetos a transportar.
Yo, como Quiromasajista, además de todo esto, aconsejo a los niños que realicen una serie de estiramientos antes de salir de casa con la mochila a cuestas. Deben comprender que estirar no es una competición y que los movimientos deben de hacerse suavemente.
Alzar la parte superior de los hombros hasta los orejas hasta sentir una leve tensión en el cuello y los hombros. Mantener durante 5 segundos y a continuación relajar los hombros. |
Me ha parecido muy interesante esta ultima entrada.Te agradezco que nos aconsejes sobre los mas pequeños y hablando de ellos me gustaria hacerte una consulta , tengo un bebe de 11 meses y aun tiene, de vez en cuando , colicos por los gases ¿podrias indicarme al gun masaje paso a paso adecuado a su edad ya su problema? Espero tu respuesta y te doy las gracias por anticipado.
ResponderEliminarBuena entrada para empezar el curso.Mis hijas sufrieron en sus propias carnes la idea del carrito y pasamos de dolores de espalda a insufribles contracturas en el brazo que cargaba el peso. SOLUCIÓN: comprar una mochila buena que le repartiera el peso. Otra solución sería llevar encima menos material escolar, mi hija mayor tiene que llevar cada día una media de 4 libretas, carpeta, estuche, diccionario y libros.
ResponderEliminarDe vez en cuando veo tu blog y me gusta el punto de vista, ¿No crees que habría que moverlo un poco más?
Ánimo y saludos.