Esta entrada pone punto y final al Ciclo de Dolencias musicales: Lo que se esconde
detrás de cada instrumento. No voy a hablar de Anatomía, ni de las
distintas lesiones que han puesto en alerta a algunos músicos con los que he
tenido la suerte de encontrarme en el camino. Simplemente, después de tanto
tiempo desarrollando este trabajo, con todo el mimo y la ilusión que le he
puesto, sentía la necesidad de una conclusión personal. Unas últimas líneas,
que resumieran lo que ha sido para mí el desarrollo de este Ciclo.
Supongo que viene de hace muchos años atrás, ya que he
tenido la suerte de que mi vida siempre ha estado, de una manera u otra, ligada
a la música y al cuerpo, y que como todos, tengo mi propia B.S.O.
Un día,
en una conversación con mi hermano, se cruzaron la música y las ganas de saber y dieron lugar a este periplo
cargado de lesiones y melodías.
Empecé a estudiar cada caso por separado, dejándome muchas
cosas en el tintero por no emplear tecnicismos ni frases que os perdieran e
hicieran que cerrarais la ventana. Me ayudé de la experiencia de los músicos
que conozco, que aparte de ofrecerme sus cuerpos para explorar lesiones y
patologías, me regalaron toda su sapiencia y tuve la suerte de poder ponerme en
contacto con estudiantes de música y profesionales por esta red de redes, que
me animaron y recompensaron el trabajo y el esfuerzo.
Al fin y al cabo, este Ciclo va dirigido, en general, a
todos aquellos que sientan la música en su cuerpo, y en particular, a esos
intérpretes que tienen como vocación regalarnos esa parte de la vida que se
escribe sobre una partitura.
El hecho de hacer sonar un instrumento como se merece, es el
resultado de un largo camino de estudios y ensayos. Es esa misma dedicación la
que tendría que llevarles, a nuestros músicos, a querer conocer una correcta anatomía para el
movimiento, para su movimiento, y que
el paso de los años, en vez de mandarles facturas, les regale mejores
interpretaciones.
Viento, cuerda y percusión. Con sus pros y sus contras. Cada
músico tiene una manera de utilizar su cuerpo, y yo, lo único que he pretendido
es acercarles un poco de conciencia para que nunca dejemos de decir eso de: “Tócala otra vez, Sam”
Me ha llevado tiempo y dolores de cabeza elegir una última interpretación para dedicarle a este viaje que ha llegado a su final. Pensé en Jazz (sin duda mi estilo favorito y con el que más me identifico), Soul, Rhythm and Blues… Pero fue al desempolvar de la memoria viejos discos, cuando vi El Bolero de Ravel. Y ¿por qué no?
Me ha llevado tiempo y dolores de cabeza elegir una última interpretación para dedicarle a este viaje que ha llegado a su final. Pensé en Jazz (sin duda mi estilo favorito y con el que más me identifico), Soul, Rhythm and Blues… Pero fue al desempolvar de la memoria viejos discos, cuando vi El Bolero de Ravel. Y ¿por qué no?
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Ida Rubinstein. (1885-1960),
bailarina y rica mecenas rusa, inspiradora del Bolero y quien
estrenó la obra el 22 de noviembre de 1928.
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Os presento una pieza que va agrandándose conforme se suman los instrumentos. Bolero es un ejercicio de instrumentación y sonoridad, con un crescendo extenso y gradual de más de cuarto de hora. Fue compuesta por Maurice Ravel y estrenada en 1928 por la bailarina Ida Rubinstein. El tema se repite múltiples veces, cada vez en una nueva combinación instrumental marcada por un tambor a ritmo de danza bolero: flauta, clarinete, fagot, oboe d'amore, trompeta con sordina, trompa con celesta, oboes con dos clarinetes, trombón, maderas, violines… a los que se suman los grandes metales de viento en el estallido final. Disfrutarlo con las orejas bien abiertas.
Sólo me queda
agradecer vuestra fidelidad, acompañamiento y la inigualable aportación.
Vídeos, comentarios, rectificaciones, aclaraciones de todo tipo, experiencias y
MUCHA MÚSICA.
Tanto
Quiromasajistas, como Fisioterapeutas, me han ayudado a modelar cada entrada,
las montañas de libros y apuntes refrescaron mi memoria y por supuesto,
vosotros los músicos me habéis inspirado en cada palabra y con cada nota. Ahora
nos queda reaprender y volver a ser alumnos de nuestro cuerpo.
Carmen, estaría bien que apareciese tu apellido (que yo no encuentro), porque si alguien quiere citar tu blog como especialista quiropráctica en una bibliografía necesita esos datos.
ResponderEliminarHola jumisanfe.
EliminarAl principio nuna pensé que alguien quisiera citar mi trabajo, empezó a tomar forma y dejé mi perfil como estba. De hecho, por falta de tiempo no he podido crear ningún Ciclo nuevo, y barajaba la posibilidad de profundizar algo relacionado con el cuerpo y el arte circense. Todo se andará.
Mi nombre es Carmen López García, aunque en el ámbito laboral sigo siendo Quiroconsulta.
Muchas gracias por tu atención.