La estructura de la piel está constituida por tres bloques:
- Epidermis: que es la más superficial, las más delgada y muy celular.
- Dermis que es mucho más gruesa, está constituida por tejido conjuntivo que es atravesado por numerosos vasos y nervios y en esta se localizan los anejos cutáneos (Las glándulas sudoríparas y sebáceas y los pelos)
- Hipodermis que es la capa más profunda, está constituida por un tejido adiposo que también se conoce como tejido subcutáneo graso.
Así cuando hablemos de efectos a nivel de Epidermis, Dermis o Hipodermis sabremos dónde actúa el producto: en resumen, se trata de ver hasta dónde llega la capa más externa y dónde está la capa más profunda de la piel y lo qué se cuece en cada una de ellas.
También es importante saber que existen dos tipos de piel:
La piel blanda que es aquella que se encuetra principalmente en los párpados y las zonas genitales
La piel gruesa que se localiza en la piel labial, plantar y palmar y además se caracteriza por tener un estrato corneo muy desrrollado, a comparación del resto de la piel.
Es una información sobre la piel muy general que si queréis que os amplíe sólo tenéis que pedírmelo y os la mando por email. Mi objetivo por ahora es que os concienciéis de cuidarla y por eso os voy a explicar cómo actúa el sol sobre ella.
El sol emite una gran gama de rayos, aunque por suerte no todos alcanzan nuestra piel. Recibimos del sol los rayos UBV y UVA ambos son peligrosos, anteriormente se creía que solo los rayos UBV eran dañinos pero en la actualidad sabemos que necesitamos defendernos de ambos.
El sol contiene varios tipos de rayos, uno de ellos son los rayos ultravioleta. Estos causan desde cáncer cutáneo, hasta envejecimiento y cataratas. El sol nos envejece es vital protegernos el rostro y las manos usando protector solar. El sol es muchas veces el culpable de manchas oscuras y decoloraciones en la piel.
Efectos del sol den la piel ( Fuente de información: UDQ, Unidad de Dermatología Quirúrgica )
1- PIGMENTACIÓN: La luz UVB tiene una marcada acción pigmentógena y en las exposiciones reiteradas, el efecto pigmentógeno se acumula, consiguiendo una mayor resistencia de la piel al sol.
2- ERITEMA: Independientemente del efecto pigmentógeno, la luz tiene un efecto eritematógeno del que dependerá la quemadura solar.
3- QUEMADURA SOLAR: Una sobreexposición a la luz del sol, aunque sea aislada, produce la quemadura solar, a cargo como se ha dicho más arriba, de la acción eritematógena. De forma natural, es decir sin ningún tipo de protección, la quemadura solar se inicia a las pocas horas de la exposición y llega a su máximo a las 24-36 horas. Su intensidad dependerá del tiempo y circunstancias de la exposición, pero sobre todo del grado de pigmentación previa de la piel y por tanto del tipo de ésta. La quemadura solar cursa con eritema, edema, escozor y dolor, pudiendo aparecer ampollas (quemadura de segundo grado). Afecta más a determinadas zonas más sensibles: dorso de nariz, regiones malares, orejas, labio inferior, cuero cabelludo en los calvos, escote, hombros y espalda. Si al efecto lumínico se suma el efecto calórico de la radiación puede aparecer el cuadro de insolación con cefaleas, mal estar general y fiebre. Entre las 36 y 48 horas el eritema empieza a desaparecer, con descamación a la vez que aumenta la pigmentación.
4- FOTOENVEJECIMIENTO: El fotoenvejecimiento se produce por los efectos acumulativos de exposiciones solares repetidas, aunque no hayan sido demasiado intensas. Es más patente y precoz en la piel de la clara, dorso de manos escote y cuero cabelludo en los calvos. El fotoenvejecimiento está causado sobre todo por la UVB, pero contribuye también la UVA, que aunque menos activa, nos llega en mayor proporción y penetra más profundamente en la piel. Se distingue por sequedad de la piel, pérdida de la elasticidad y arrugas.
¿De verdad nos merece la pena? Hay muchas más enfermedades que algunos conoceréis pero que no voy a comentar ahora. Siempre podéis profundizar mucho más en internet. Los cuidados son básicos y los sabemos todos muy bien porque nos los recuerdan en muchos sitios de nuestra ciudad:
- Hidratar bien la piel con una crema o aceites hidratantes que permiten recuperar la humedad perdida y son particularmente útiles si el calor reseca la piel.
- La protección solar es básica. Los dermatólogos recomiendan cada vez un mayor factor de protección solar para defender nuestra piel de los rayos ultravioleta. Este debe ser elegido de acuerdo con el tipo de piel, que se dividen según su sensibilidad y van de I al VI. En general, se recomienda usar uno con sobre 15 de FPS. Además, deben aplicarse 30 a 45 minutos antes de iniciarse la exposición al sol, ya que son eliminados por el sudor y el agua.
- Acordémonos de beber por lo menos 2 litros de agua al día.
- Reducir al mínimo la exposición al sol desde las 11:00 AM Hasta las 17:00 PM ya que son las horas de mayor intensidad solar.
Empecemos a valorar lo que tenemos y a cuidarnos. Si abusamos de las exposiciones al sol y encima lo hacemos sin protección tendremos una piel seca, agrietada y con arrugas por perder la elasticidad. Nos saldrán manchas y eccemas y nuestro aspecto parecerá el de un carabinero…
¡¡¡ FELIZ VERANO Y HASTA LA PRÓXIMA !!!
hola !!!
ResponderEliminarHe encontrado este blog por casualidad y lo único que queria decirte es, que soy canaria y aquí el aloe lo usamos siempre como aftersun. Es verdad que calma mucho la piel y yo lo conservo en la nevera por lo que está fresquito cuando me lo echo.
Animaros a probarlo y aseguraros de que sea canario porque es el mejor aloe que podéis comprar ya preparado en el mercado. Sino, cortar una hoja y pasaros el gel que desprende por la piel.