Esta entrada ha sido la que más me ha costado elaborar, pero
también me ha dado mucho más conocimiento de lo que un músico tiene que sufrir
a lo largo de su carrera profesional. Han sido tantos los intérpretes con los
que me he ido encontrando que me ha sido muy difícil ser selectiva.
Son trece las vidas que os presento, intentando siempre que
disfrutes leyendo tanto como disfruto yo escribiendo.
Como siempre he podido contar con ayudas que me aplanan el
camino y el resultado final lo tenéis a continuación.
Hansi Kürsh, un sordo
no tan mudo.
Son muchos los músicos que durante sus carreras
profesionales tienen problemas de audición. De hecho, es una de las dolencias
más comunes entre el panorama musical. Pero que no os extrañe, el ruido está
presente en todos los aspectos de nuestra vida y por supuesto, durante su
jornada laboral un músico tiene que soportar un alto número de decibelios.
Esta lesión se debe a que el músico (inclusive el público)
está sometido a constantes sesiones de música cuyo volumen supera los 65
decibelios (db), el nivel máximo recomendado por la Organización Mundial de la
Salud. De acuerdo con el organismo, la capacidad auditiva se deteriora en la
banda comprendida entre los 75 db y 125 db y alcanza un estado de dolor cuando
se rebasa este último rango. Para evitar esta lesión, se sugiere utilizar
tapones que protejan los tímpanos en sitios donde se rebasa dicho nivel de volumen.
Este tipo de dolencia es la que tuvo que sufrir el vocalista
del grupo Blind Guardian. En 1999 estos
alemanes editan por primera vez en EEUU un disco titulado Mine, con él los
horizontes del grupo de disparan y comienzan una agotadora gira alrededor del
mundo, que a Hansi le ocasiona serios problemas, concretamente perdió el 50% de
la audición en su oído derecho. Cuándo estaban presentando el disco en su
Alemania natal, se vio obligado a suspender la gira y desplazarse hasta EEUU
para iniciar una terapia en un centro especializado. Durante todos estos meses
además de una tediosa recuperación, el vocalista en cuestión aprovechó para
maquetar y preparar su próximo trabajo.
Bobby Schayer, lesiones
al compás de la música.
Bobby Schayer fue uno de los siete bateristas del grupo Bad Religion, concretamente ocupa el
penúltimo lugar. Con muchos discos y conciertos a sus espaldas, Bobby abandonó
el grupo en Abril del 2001, debido a una tendinitis en el brazo y en el hombro
derechos que le impedían tocar y le causaban bastante dolor. Además,
debido a su pasión y desenfreno a la hora de tocar la batería, también se había
lesionado una vértebra cervical, por menear la cabeza al compás de la música (headbanging).
El médico que le atendió, planteó la posibilidad de que Bobby no pudiera volver
a tocar y el grupo se vio obligado a buscar un sustituto pare seguir ofreciendo
conciertos y no interrumpir la gira.
En su día vimos como los bateristas son de los
instrumentistas que más sufren lesiones derivadas de los movimientos repetitivos
que requiere su práctica. Además ya sabemos que requieren resistencia física
para aguantar un concierto y fuerza para hacer sonar la batería al completo.
A Bobby Schayer se le acabó en ese momento su carrera
profesional. Los entendidos en el tema aseguran que fue el mejor baterista que
ha pasado por Bad Religion, por su
sencillez a la hora de tocar… que ironía…
Jimmy Page, un Déjà vu musical.
Singular guitarrista del legendario grupo Led Zeppelin. Jimmy Page ya tenía cierto prestigio en
el Reino Unido como músico de estudio y por pertenecer a la banda The Yardbirds,
antes de que fundara una de las mejores bandas de rock. Se puso a la labor de buscar buenos músicos
para un nuevo grupo donde pudiera expandir todo su talento, y ésta tuvo su
origen en 1968. Este nuevo grupo musical fue bautizado como Led Zeppelin, a
causa de un infeliz comentario que alguien les dijo: “fracasaréis como un
Zeppelin de Plomo”
Pero vamos a lo que vamos. La anécdota que os quiero contar
se remonta a 1974, durante el inicio de las Navidades, cuando, antes de empezar
una gira por EEUU, Jimmy page se rompe un dedo a causa de un accidente con la
puerta de un tren en Londres. Ello le llevó a intensos ensayos para poder
tocar su guitarra con solo tres dedos, y forzó al grupo a cambiar el orden de
las canciones en los conciertos. La interpretación más emblemática fue en el
Chicago Stadium el 20 de enero de 1975, donde el cantante Robert Plant, pidió un aplauso para el guitarrista que había tocado
de manera magistral todas las canciones con un dedo de la mano roto.
El 25 de septiembre de 1975 muere el baterista (insustituible)
Jonh Boham, asfixiado por la aspiración accidental de su propio vómito,
mientras dormía, provocado por el consumo excesivo de alcohol. El grupo se
disolvió. Pero quiso el destino que en el año 2007 se volvieran a juntar, con
el hijo de Boham, Jason, a la batería, en Londres, ofreciendo un único
concierto. Casualidades de la vida, se tuvo que aplazar dos semanas porque Jimmy Page se volvió a fracturar un dedo
de la mano…
Jonny Greenwood, los
guantes del guitarrista.
Quien haya visto algún vídeo de Radiohead ha podido comprobar la forma de tocar tan peculiar que
tiene su guitarrista Jonny Greenwood.
Es un músico multi-instrumentista que llega a tocar hasta 22 instrumentos (pero
no a la vez…) y en el año 2003 la revista Rolling
Stones le situó en el puesto 60 de la lista de “los 100 mejores
guitarristas de todos los tiempos”…que se dice pronto.
Pero esa manera de hacer vibrar las cuerdas de su guitarra
con tanta energía y agresividad le llevó a sufrir una lesión obligándolo a
estar una temporada sin poder tocar la guitarra. Síndrome del túnel carpiano en
el brazo derecho, os suena ¿verdad?
La cosa no queda aquí. El médico le recomendó no tocar la
guitarra por un tiempo largo para que la lesión se pudiera tratar mejor, pero
ya sabemos cómo son los músicos, y Jonny
Greenwood no iba a ser menos.
Aconsejado por este mismo médico comenzó a utilizar un soporte para la muñeca y
el antebrazo a la hora de practicar y en los conciertos, que consiste en un
vendaje específico para evitar lesiones.
Este soporte se ha convertido en su distintivo y el
protagonista comentó en una ocasión: “Disfruto poniéndomelo antes de tocar...
Es como ponerte los guante en las manos antes de boxear."
Phil Collins, en la
vida las cosas pasan.
Roquero de 61 años, cantante y baterista de Génesis. En marzo de 2009 anunció en The
Times su retirada profesional del mundo de la música a causa de una lesión en
sus vértebras cervicales.
Tras 30 años tocando el instrumento de percusión por
excelencia, ha perdido capacidad auditiva, sufre de problemas neurológicos y,
también de la columna. Los médicos no han dudado en señalar estas dolencias
como las "típicas" sufridas por los bateristas. Collins
llegó a declarar para el Daily Mirror que el simple hecho de coger las baquetas
le resulta doloroso.
Tras Ocho discos con excelentes resultados y de gran calidad
musical, consiguiendo estar en el Nº 1 de las listas de ventas en numerosas
ocasiones, y obtener premios tales como un Gramy a la mejor canción, tres
Oscars y un Globo de Oro, Phil Collins
dice adiós a los ensayos, las giras y los conciertos.
En su momento ofreció un par de declaraciones que describen
perfectamente por el momento que estaba pasando:
"Mi condición me impide tocar nunca más. Después de haber sido batería durante 50 años, tengo que parar. Por supuesto que estoy muy triste. Mis vértebras han estado aplastando mi médula espinal debido a la posición en la que he tocado durante mis años a la percusión. Ni siquiera puedo sostener correctamente las baquetas sin sentir dolor".
"No hay ningún drama acerca de mi "discapacidad" y el tocar la batería. De algún modo durante la última gira de Génesis me disloqué algunas vértebras del cuello y eso afectó a mis manos. Tras una exitosa operación en el cuello, mis manos aún no pueden funcionar normalmente. Quizás en un año más o menos eso cambie, pero por ahora me es imposible tocar la batería o el piano. No estoy en ningún estado de "malestar", en la vida las cosas pasan.”
Louis Daniel Armstrong, cuando perdió su
labio encontró la voz.
Hablar de Louis
Armstrong prácticamente es hablar de Jazz. Destacó por ser uno de los
mejores trompetistas en su estilo y más tarde su condición de vocalista ofrece
una fuerte influencia en el canto jazzístico.
Los músicos de
viento no quedan exentos de lesiones y patologías. Hay un síndrome muy
frecuente, que afecta a los trompetistas que utilizan un tipo concreto de
embocadura, y que consiste en la rotura del músculo orbicular de los labios.
El doctor Planas de Barcelona le dio el nombre de síndrome de Satchmo, en honor a Louis Armstrong, ya que al músico se le
conocía familiarmente con ese nombre. El principal síntoma es el dolor, sobre
todo en las notas altas, cuando la presión del labio es mayor. Este trastorno
es bastante doloroso y requiere una intervención quirúrgica.
Pues bien, ya en 1935, Armstrong,
por su técnica y habilidades de improvisación, es catalogado como el mejor
trompetista del momento. Comienzo una extensa gira en Estados Unidos y en
Europa. Es aquí donde se rompe el músculo de los labios y se ve obligado a interrumpir
su carrera por un año. A partir de aquí, el propio músico advierte que está
perdiendo su virtuosismo, pero eso no le hace tirar la toalla. Poco a poco se
apoya en el canto y comienza a registrar
valores que ahora son parte del mundo musical como "Hola, Dolly",
"Just A Gigolo" y "What a Wonderful World".
Rick Parfitt, súmale
una gira poco estática.
Componente del grupo británico Status Quo, Rick tiene
todas las malas manías de un guitarrista de rock, es decir, tiende a tocar su
instrumento a un nivel más bajo de la cintura, ayudándose con una cinta larga y
además también tiene tendencia a echar su cuerpo hacia delante lo que provoca
tensión en la zona lumbar. Pero no han sido estos sus problemas.
En el año 2002, tras una gira por Europa tocando cinco
conciertos en Alemania, tres en Francia, dos en España y seis en su Reino
Unido, en unas pocas semanas, Rick
Parfitt se despertó un día con un nervio atrapado en su brazo izquierdo
obligando al grupo a cancelar los dieciséis conciertos restantes. A raíz de
aquello, también le diagnosticaron varias fracturas por estrés que le
mantuvieron un año sin poder tocar la guitarra.
Shawn Drover, tanta
perfección pasa factura.
Shawn Drover es un
baterista que se hizo un nombre en el grupo de heavy metal Eidon, pero fue al
entrar en Megadeth cuando adquirió el auténtico reconocimiento.
Megadeth comenzó el tour mundial, Blackmail the
Universe, en octubre de 2004 y su baterista Nick Menza abandonó la gira
después del primer concierto por Estados Unidos. Fue entonces cuando entró en
escena Shawn, que durante unos
años compartiría escenario con su
hermano Glen a la guitarra. En el año
2005 durante un concierto Shawn
demostró sus dotes como multiinstrumentista cuando interpretó el tema Peace
sells, pero esta vez con la guitarra entre sus manos, ofreciendo un solo que no
pasó desapercibido.
Pero no han sido las seis cuerdas las que han dañado al
señor Drover. Y la historia es
complicada de resumir. Nos remontamos a 1990, cuando el grupo lanza el disco Rust in Peace, que es considerado por
sus seguidores como el mejor de su discografía, hasta tal punto que catorce
años después lo volvieron a lanzar remasterizado y ofrecieron una gira en la
que iban a interpretarlo en su totalidad. Pero a su vez, el propio Shawn comenta que es de los más
difíciles de tocar y se le suma el agravante de que los seguidores se lo saben
perfectamente de pe a pa.
Esta gira le pasó factura. Tantos ensayos y tanta perfección
le provocaron una importante lesión en el menisco que le obligó a utilizar
cortisona durante los conciertos para calmar la inflamación y el dolor,
manteniéndolo en secreto hasta que finalizó la gira y se sometió a una
operación quirúrgica.
En una entrevista a The Great Southern Brainfart, donde
Shawn Drover explica su experiencia de tocar este disco en su totalidad durante
todo un tour, comenta lo siguiente:
“Tocar la batería es doloroso, mucho más de lo que parece. He tenido más lesiones que un futbolista. En la primera prueba de sonido que hice con Megadeth me reventaron los oídos, desarrollé vértigo y una grave infección. En 2004 tuve que llevar auriculares para aislarme del resto de músicos y así poder poner el sonido del grupo a un volumen muy bajo. También el menisco se me fastidió, mi mano derecha, y varias lesiones más pero hay que seguir tocando. Me gano la vida golpeando cosas con palos, ¿qué podía esperar?”
Adrian Vandenberg, el guitarrista tocó mal las teclas.
Este
multiinstrumentista y compositor ha pasado a ser catalogado como uno de los
mejores guitarristas de la historia de Holanda, su país de origen. Su trabajo
comenzó a expandirse por todo el mundo cuando ingresó en la banda británica de
hard rock Whitesnake durante la década de los ochenta. Whitesnake fue fundada
por David Coverdale, integrante de la
ya disuelta por entonces Deep Purple, banda que nos ha dejado grandes temas y
que tiene su pequeño hueco en la historia de la música.
Fue durante esta
época, grabando "Slip Of The Tongue", cuando Vandenberg se lesionó la
muñeca practicando unos ejercicios en el piano. Lesión que arrastró hasta
finales de los 90 cuando se vio obligado a dejar la música por no poder tocar
al máximo de sus posibilidades. Pero Whitesnake no podía quedarse sin
guitarrista, y se sumó a las filas del grupo el mismo Steve Vai, considerado
por la revista Rolling Stone (y por la que escribe) un auténtico virtuoso de la
guitarra.
Pasaron más de
veinte años hasta que Vandenberg
volviera a coger la guitarra de manera profesional, sacar un disco, esta vez en
solitario, y realizar una gira como se merece.
Robert Schumann, los músicos también lloran.
La historia de Schumann es una de las que más me ha
atraído de todas las que me he ido encontrando por el camino. Es la vida de un
músico y compositor que, obsesionado por alcanzar la perfección de los
virtuosos, consiguió ser uno de los más grandes y representativos compositores
del romanticismo. Pero tanto reconocimiento al final le salió caro…
Desde que contaba
muy corta edad, Robert Schumann era
un pianista excepcional, que se afanaba por llegar al nivel de maestros de la
talla de Nìccolo Paganini o Franz Liszt. En 1830, cuando tenía 20
años y un nombre como concertista de piano a sus espaldas, Schumann consideraba que no tenía suficiente agilidad en los dedos
y decidió multiplicar sus horas de ensayos.
Para empezar, hizo
construir un teclado portátil, que se colgaba del cuello para poder practicar
continuamente, pero este invento no le dio los resultados que él esperaba.
Además de agilidad en los dedos también necesitaba fuerza y firmeza, así que ideó
un aparato que colgaba de una polea del techo y al que se ligaba el anular y el
meñique, y así se obligaba a ensayar durante horas y horas.
Después de un
tiempo, Schumann se dio cuenta de que
este invento suyo, en vez de mejorar su técnica le estaba dañando la mano.
Tantos estudios de técnicas pianísticas le costaron una distonía focal en los
dedos anular y corazón (cuya musculatura está relacionada) de su mano derecha…
En ese momento se acabó su carrera como concertista de piano y después de
digerir este mal trago, comenzó una etapa como concertista que elevó a la
cumbre de la música romántica.
El día que Robert Schumann se enteró de que no iba
a volver a mover esos dedos, que no le respondían y se agarrotaban solos, que
no iba a poder tocar más el piano de la manera en que lo hacía… ese día dicen
que Schumann lloró largo y tendido…
“Toda la música está completa y viva dentro de mí y deseo exhalarla sin esfuerzo, pero ahora apenas si puedo hacerlo; mis dedos se confunden unos con otros. Esto es realmente atemorizante y ya me ha causado mucho dolor.”
Gary Graffman, la nota del desconocimiento.
A principios de la
década de 1980, Gary Graffman era
considerado uno de los grandes pianistas contemporáneos, y en la cumbre de su
carrera anunció que padecía una lesión en su mano derecha, entonces poco
conocida, que se llama distonía focal y
le impedía tocar el piano con precisión ya que los dedos no respondían a
sus órdenes.
Denunció la
incomprensión recibida por parte de los médicos y la falta de información
acerca de la enfermedad. Todo esto le llevó a la obligación de abandonar su
carrera. Desde entonces sus interpretaciones tuvieron que limitarse solamente a
pequeños conciertos escritos para la mano izquierda. Asimismo, se unió al
Instituto de Música Curtis de Filadelfia para luchar por lo que ahora conocemos
como “La Medicina del Arte.”
Rick Allen, con uno sobra y basta.
No tiene mucho que
ver con el tema, ya que Rick Allen no
se lesionó por tocar de una manera errónea o por un exceso de práctica. Pero
estamos ante un baterista manco que toca hardrock a nivel internacional.
A los 21 años de
edad, Rick empieza a saborear la fama con Def
Leppard gracias al disco “Pyromania”, pero en diciembre de 1984 sufre un
accidente de coche y Sale despedido del vehículo produciéndose la amputación de su brazo izquierdo. En aquel
momento parecía que su carrera como músico había tocado su fin de una manera
arrolladora… pero no fue así.
Tras varias
operaciones y una larga rehabilitación, cuando el baterista empezaba a
recuperarse, el grupo se planteaba si continuar con él, pero no fue ninguna
sorpresa que la decisión fuera a favor de su compañero.
Se desarrolló una
batería personalizada que consta de muchos pedales con los que su pie izquierdo
hace el trabajo de su brazo izquierdo mediante pistas informatizadas.
Básicamente tenía los tambores más importantes frente a él y a su derecha y los
principales pedales a su izquierda, con los que se conseguía el sonido de la
caja y los timbales. A esto se le añadieron hardwares de compañías como ddrum y
Acuapad.
Incansable,
imparable, y con ganas de reencontrarse con el público, se puso a practicar y a
reconocer su nueva batería, hasta que en 1986 volvió a tocar en el festival “Monsters
of Rock”. Comienza aquí una nueva carrera que no parará hasta el día de hoy.
Su estilo se ha
refinado y hace años que ha vuelto a la batería acústica. Ha hecho multitud de
trabajos paralelos fuera del grupo y hasta la fecha sigue siendo un ejemplo de
superación y esfuerzo. Una de las lecciones que hemos de aprender de él es que
hay que luchar por lo que se quiere llegar en la vida, y si no fíjate en el
baterista de Def Leppard.
Nicolo Paganini, el intérprete del diablo.
Genio del arte
musical y virtuoso de su tiempo fue considerado el mejor violinista, violista,
guitarrista y compositor de la época. No sólo hacía sonar a la perfección sus
instrumentos (entre los que destacaba el violín), además los interpretaba.
Heinrich Heine,
poeta alemán, quiso retratar el mito de Paganini:
“[…] apareció en escena una figura oscura, que parecía haber salido del infierno; era Paganini con su traje negro de etiqueta, frac negro y chaleco negro, de hechura horrible, como quizás lo prescribía la etiqueta infernal en la corte de Proserpina, unos pantalones negros que caían temerosos por las piernas flacas. Los largos brazos parecían alargarse más aún cuando, con el violín en una mano y en la otra el arco -con el que tocaba casi la tierra […]”
Pocos músicos han
causado tanto furor en su vida y han llevado a cabo un dominio de la técnica
como lo hizo Paganini, a ello contribuyó enormemente su gran flexibilidad
articular, el Dr. Bennati lo atendió durante años e informó de algunos detalles
de gran interés acerca de su fisionomía: “... su mano tiene una gran
elasticidad, al igual que su hombro y su codo...”
Observó durante su
estudio que cuando tocaba, su codo cruzaba por encima del otro codo; la
flexibilidad de Paganini era tan grande que la uña del dedo pulgar llegaba a
tocar el dorso de su mano, esta hiperlaxitud le permitía tocar tres octavas con
poco esfuerzo. Se sabe que voluntariamente podía flexionar lateralmente la
articulación de sus falanges distales; en varias ocasiones le preguntaron
acerca de su mágico secreto, a lo cual el genial compositor siempre respondía
que lo revelaría cuando se retirara, desgraciadamente se llevó tan codiciado
secreto con él, aunque ahora sabemos sin duda, que sus prodigiosas dotes interpretativas se
debieron a un trastorno del tejido conectivo. El síndrome de Ehlers-Danlos se
caracteriza por existir laxitud e hipermovilidad articular, con mayor capacidad
de estiramiento, características que poseía Paganini.
Aparte, exhumado el
cadáver del legendario violinista, su esqueleto mostraba una deformidad en el
hombro: lo tenía alzado por años de pinzar el violín contra la barbilla, y como
nota final, el museo del Conservatorio de París, conserva un molde de su mano.
Queda otra vez demostrado que los genios nunca mueren.